Un punto en el lenguaje. Aforismos de Stefano Cazzato
Los aforismos de Stefano Cazzato son una fiesta del
lenguaje. La palabra es la anfitriona en su festejo. En otra ocasión comenté la
dificultad de traducir sus fuegos de palabras, para utilizar una
expresión de Carlos Edmundo de Ory, un aforista que bien podría compararse con
Cazzato: https://hirambarrios.blogspot.com/2024/07/traducir-aforismos-stefano-cazzato-y-el.html Y es que los recursos que
privilegia —la paronomasia, el equívoco, la parodia de frases célebres— hacen muy
complicada una traducción certera.
En Passegiando
sull’App anticas [Paseando en la App antigua] (Giuliano Ladolfi
Editore, 2025), su tercera entrega, vuelve sobre aquella poética-aforística que
ha explorado ya en otros títulos. No está de más ilustrar nuevamente algunas de
sus particulares. Cazzato escribe: “La città è deserta. Non si muove una
folla”. Este aforismo podría traducirse como “La ciudad está desierta. No se
mueve ninguna multitud”. La gracia del original reside en la sustitución léxica
de “folla” (multitud) por “foglia” (hoja), en alusión a la conocida frase “Non
si muove una foglia” (No se mueve ninguna hoja). Otro ejemplo: “Mi ha lasciato per un oltre”, en español: “Me
dejó por un más allá”. Nuevamente hay una sustitución, “oltre” (más allá) por
altro (otro), que no se puede reproducir en nuestro idioma.
Pero si los fuegos de palabras
hacen muy compleja la traducción, los referentes culturales también
desempeñan un papel importante en cerco que se erige frente al traductor.
Cazzato analiza y critica a las instituciones italianas, lo mismo a que a
ciertas costumbres que forman parte de un estilo de vida. Hay varios ejemplos:
Los italianos siempre están listos para la prueba de mal
gusto.
Los italianos, un pueblo de santos poetas navegantes etc...
¿Los italianos? ¡La gente del solárium mínimo!
Los italianos utilizan demasiadas palabras inglesas en su
discurso. Los ingleses también.
Diez millones de italianos no van de vacaciones. ¡Todos los
demás creen que van!
Este título, de hecho, no esconde
su “italianidad” desaforada: cada uno de los diez capítulos que lo conforman está
dedicado a un aforista italiano: Leo Longanesi, Carlo Gragnani, Gesualdo
Buffalino, Beno Fignon, Cesare Viviani, Ennio Flaiano, Mario Andrea Rigoni, Gino
Patroni, Marcello Marchesi y Guido Cerenetti. Es un libro que homenajea a su
tradición aforística y epigramática, a su lengua, a sus usos y costumbres. Pero
no por ello pierde su universalidad; sus aforismos no se limitan a su contexto
cultural. Cazzato, un conocedor de los alcances de la escritura breve, sabe que,
si “El hombre es un punto en el universo”, el aforismo entonces “es un punto en el
lenguaje”.
Aforismos
La nostalgia es la venganza de un presente que se siente
poco amado.
El aburrimiento es la venganza de un futuro que hemos
olvidado.
La ira es la venganza de un pasado que nos ha decepcionado.
Y sin embargo se muere.
A una isla desierta no me llevaría.
Ya no oímos nada. En busca del tímpano perdido.
El hombre es un punto en el universo. El aforismo es un
punto en el lenguaje.
Podemos aceptar los momentos oscuros sólo si pasan a la
velocidad de la luz.
Si se salvara por las obras, el cielo estaría vacío.
Nunca terminaba las cosas. Era un iniciado.
Si Dios cambiara de opinión sobre el hombre, no sería Dios.
Si el hombre no cambiara de opinión sobre Dios, sería Dios.
Cuando Dios muere, otro nace. Generalmente peor.
¡Ey bro, adiós bro, cómo te va, bro! El nuevo broletariato
urbano.
Cuando decimos “en general” significa que no tenemos nada en
particular que decir.
Leopardi arruinó su salud por escribir; Chopin por componer.
Y luego dicen que el arte hace bien.
Un artista romántico pensaba: voy a donde me lleva el
corazón; un artista contemporáneo piensa: voy a donde me lleva el quórum.
La página en blanco tiene terror del escritor.
Un escritor para hacerse interesante comenzó a pintar.
Uno debe escribir por tres razones: el conocimiento (decir
algo nuevo); el estilo (decir de una manera nueva algo viejo); el conocimiento
más el estilo (decir de una manera nueva algo nuevo). En realidad hay una
cuarta razón que yo prefiero: la ausencia de un porqué.
Stefano Cazzato reside en Roma. Ha sido profesor de filosofía desde hace casi treinta años. Colabora con diarios y revistas y ha escrito numerosos libros, entre ellos, una trilogía dedicada a Platón: Dialogo con Platone. Come analizzare un testo filosofico [Diálogo con Platón. Cómo analizar un texto filosófico] (Armando, 2010); Una storia platonica. Ione e la stirpe degli interpreti [Una historia platónica. Ion y la estirpe de los intérpretes] (Giuliano Ladolfi Editore, 2017); y Il racconto del Timeo. Platone e la letteratura [El cuento de Timeo. Platón y la literatura] (Giuliano Ladolfi Editore, 2019).
Tiene
dos antologías en su haber: Maestri del nostro tempo [Maestros
de nuestro tiempo], con G. Moscati (Cittadella editrice, 2007), y Di
cosa parliamo quando parliamo di filosofia. Il punto di vista di cinquanta
pensatori [De qué hablamos cuando hablamos de filosofía. El punto
de vista de cincuenta pensadores] (Giuliano Ladolfi Editore, 2013).
Tras Esercizi
di realismo [Ejercicios de realismo] (Manni, 1999), vuelve a la
forma breve con Studiò diritto ma poi si piegò [Estudio
derecho, pero luego se enchuecó] (Giuliano Ladolfi Editore, 2021),
colección que traza lo esencial de su producción aforística de los últimos
veinte años y con Preferisco la partner al tutto. Aforismi [Prefiero
la pareja a todo. Aforismos] (Giuliano Ladolfi Editore, 2023).
Passegiando sull’App anticas [Paseando en la App antigua] (Giuliano
Ladolfi Editore, 2025) es su título más reciente.
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