Dicen que la nostalgia me pertenece: Alessandra Corbetta

 





Hay poetas que auscultan el futuro con una mirada que puede ser esperanzadora, pesimista o desgarradora. Otros más buscan en el presente la manera de entender su lugar en el mundo, de afrontarlo con valentía. Pero hay también poetas cuya mirada indaga en el pasado: explorar el trascurrir del tiempo es para ellos una suerte de poética. Alessandra Corbetta es una de éstas. El recuerdo y la evocación se vuelven puntos de partida de una escritura terapéutica en la que el yo-lírico busca rencontrarse con su pasado, reconstruirlo y resignificarlo.

En la poesía de Alessandra Corbetta habita la nostalgia. Se trata de una poeta que regresa con cautela y no poca curiosidad a sus primeros años de juventud. Sin embargo, regreso no siempre es un “dolor”. Si recordar es “volver a pasar por el corazón” una imagen, un suceso, un ser querido, también es momento de balance de aprendizajes, de logros y de pérdidas, en suma: de autoanálisis.  Al revivir experiencias pasadas cuestiona también su presente. Recordar se vuelve entonces un canto libertario, una búsqueda por hallar el camino que la guíe a conquistar nuevos puertos.

 

Verano del 2006


Así estaba el mundo
en la sucesión exacta de sombrillas azules.
Una chica las atraviesa con las piernas largas
que sostienen atrevidas el sentido del verano.
Otra en la mesa pide agua y menta,
las coletas moras caían sobre sus hombros
y en años iguales a oraciones que comienzan con un quizás.
Quien las mira bebe jugo de piña con hielo
y medita algo para agregar al recuerdo
de quien intentó ser pero nunca lo fue.
 

Primer piso

 

Pasan con furia de piso en piso,

El ímpetu por alcanzar

la habitación, hacer esas cosas

de mayores —también nosotros, ¿lo recuerdas?

teníamos veinte años

y hacia abajo, una apertura continua

de puertas espejos pasajes

y aun así tiene ese corte punk

las gafas chuecas en la foto en la que

seguías siendo tú, y pensamos

que el juego sería fácil —bloquear el ascensor,

entrelazar las manos, bastarnos.

 

En los juegos

 

También nosotras hemos sido las chicas en espera

de la dedicación de la pista de Baduer: “La 109

Brilla más que la luna esta noche” mientras caía

el azúcar de los panqueques en las piernas,

intentando adivinar la siguiente canción.

Estábamos en el final del verano como

la temporada —pocos años y pulseras de colores

llevan la cuenta de las paredes con nombres en corazones

atravesados por una flecha indeleble.

Ahora toco esos hilos del arcoíris

en mis muñecas demasiado finas

y no puedo decir si he soñado con los días de septiembre,

si de verdad me reí en los juegos

donde una bala orgullosa

tiraba la lata al suelo

 

Sombra

 

Eras en nuestro pequeño cuerpo una sombra

demasiado larga, una ausencia ya presente

para llenar todos los vacíos

cavados por el paso de los veranos.

Sonreí al agujero negro

de tus miradas ya lejanas,

al misterio de saber que encontrarte

era dejarlo todo, desconectarse.

Has atravesado mi aliento

irrevocablemente

mil veces y luego una:

debías admitir que amarte

habría sido luz parpadeante,

un continuo descenso del voltaje.

 

San Marino


San Marino estaba en la niebla
como una sorpresa roja en el año
de la primera vez.
No te imaginas cuántas cosas
permanecen ocultas a dios, no puedes
ver el ejército desplegado defendiendo
las sílabas de nuestros nombres.
Cuanto más abrimos los ojos, más
desaparece San Marino: permanece
la altura de la roca, el miedo de ver que
todo es precipicio


De: Estate corsara (Puntoacapo Editrice, 2022)



Amanecer

 

Si te duermes a mi sombra

no apagaremos ninguna luz;

los fósforos bastarán para otro invierno

y estas llagas que envejecen las manos

seguirán el curso de la leche.

Urge la paciencia de la fermentación lenta,

¡se necesita fuerza para escapar de los abrazos!

Fuera de la ventana nos espera una resurrección:

color ámbar y amanecer sin fin

la oración que me escucharás decir

de rodillas.

 

Azul

(a Camilla)

 

La búsqueda de la singularidad
agota
Dicen que la nostalgia me pertenece
como el fino equilibrio del flamenco,
seguro en una sola pierna. El azul
puede ser terrible
pero perdonará esta fase rosa
de pesares y nubes.
La singularidad está suspendida allí
entre la ola y su espuma:

El azul es atroz, ahora lo sabes. Tiene por precio
el lanzamiento frenético de la moneda,
que cae a tierra
en el sombrero del mendicante.

 

Matrioska

 

Por un día, solo un día

bajo el moño escarlata y el papel dorado,

en una caja y luego en otra

como una muñeca que nunca se cansa de abrirse

y vaciarse,

encuéntrame la omnipotencia de lo absoluto,

el escalón superior del altar,

el número uno en el ranking,

el superlativo que no se compara,

un grado que excede +∞,

un abismo sin infierno,

una cuna donde nadie

puede venir a despertarme.

 

Tercer hora


No seremos nunca la armonía cómplice
entra el violín y el xilófono

la escuela secundaria enseña
que una colina sin pendiente
no es colina.
Entonces ese verso acaricia otros cabellos,
busca una mejor coartada.
En otra parte es un rostro entre tantos,
la planta de esos limones.
En la hermosa vista también yo quisiera morir
                                                               ahora

mientras me miras,
y cantas y duermes y no adviertes
el dolor atroz de mi pasaje
forzado de juventud.

 

De: Corpo della Gioventù (Puntoacapo Editrice, 2019).

 

 


Alessandra Corbetta (Erba, 1988). Doctora en Sociología de la Comunicación y de los Medios de Comunicación. Profesora en la Universidad LIUC-Carlo Cattaneo y responsable de la coordinación didáctica del servicio de tutoría. Colabora además con la empresa informática TTY CREO. Tiene una maestría en Comunicación Digital y una en Narración. Fundó y dirige el blog Alma Poesia (www.almapoesia.it), con el que también se encargó de la publicación del volumen Distanze obliterate. Generazioni de poesia sulla Rete (Puntoacapo Editrice 2021). Colabora con el blog español de literatura y poesía Vuela Palabra, escribe para el periódico online Gli Stati Generali, para UniversoPoesia- StrisciaRossa y para la revista de poesía Metaphorica; para Rete55 dirige la sección “Poetando sul sofà” dedicada a grandes autores de la poesía italiana. Para Puntoacapo Editrice dirige la colección de poesía para obras primeras “Contracorrente”. Sus poemas están presentes en varias antologías y también traducidos en revistas extranjeras. En verso ha publicado Corpo della gioventù (Puntoacapo Editrice, 2019) y Estate corsara (Puntoacapo Editrice, 2022), mientras que su última producción de ensayos es Corpo in rete. Rappresentazioni del sé tra visualità e racconto (Biblioteca Universitaria, 2021).

Toda su actividad está disponible en el sitio www.alessandracorbetta.net

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