El fútbol
es más que mero entretenimiento. No por nada es el deporte más popular del
mundo. A nivel profesional mueve hilos que tienen que ver aspectos sociales,
culturales, económicos, mercantiles, artísticos incluso. Y es que para muchos
la destreza técnica del futbolista puede compararse con la de ciertos artistas.
El lenguaje literario, por ejemplo, suele jugar con comparaciones muy
elocuentes al respecto: hay jugadas que son “poesía”, hay goles que son “poemas”, como también hay
partidos que son puro “cuento”.
Las
pasiones futboleras no han pasado inadvertidas a la literatura. Poemas,
cuentos, novelas o microrrelatos se inspiran en las aventuras que pueden
suceder en una cancha. También hay un nutrido acervo de frases célebres que
remiten al balompié. En esta órbita se inscribe el volumen titulado Hipócrates
sentencia con espectacular chilena del escritor mexicano Armando Mora H. Un
libro singular que reflexiona con humor e ironía en torno a uno de los deportes
más controvertidos.
Se trata de
un compendio muy ameno de aforismos y greguerías que pasan revista a los
distintos aspectos relacionados con el mundo del fútbol. El libro aborda lo
mismo las mieles del triunfo que las hieles de la derrota, explora la
psicología del jugador o del árbitro, se asoma a las conductas de los
aficionados y a las trampas del fanatismo, pero también a las polémicas que
involucran a comentaristas, entrenadores, empresarios del deporte y demás
implicados en un partido de soccer.
Los
aforismos y greguerías de Hipócrates sentencia con espectacular chilena nacen
de la reflexión en torno al futbol, pero acaso una de sus virtudes es que no se
limitan a ese campo. Al explorar los triunfos y las derrotas sobre la cancha
nos regala observaciones y pensamientos punzantes que tienen que ver con la
naturaleza de nuestros instintos, de nuestras aspiraciones y nuestros deseos
como especie; al ponderar las acciones de los aficionados o de los periodistas
deportivos, nos ofrenda una mirada a la sociedad actual y a su escala de
valores, a sus impulsos intrínsecos, a sus intereses y a las contradicciones
que yacen tras la disputa del balón.
El libro de
Armando Mora H. se carcajea con y de nosotros,
es como un partido muy soleado pues nos anota varios goles, pero, sobre
todo, nos recuerda que la batalla en la cancha es apenas una metáfora de la
guerra que libramos contra quienes nos rodean, contra las instituciones que dan
sentido a la existencia, pero también —y aquí lo importante— contra nosotros
mismos.
Aforismos*
El único que se puede burlar a sí mismo es el balón.
A veces, porque no lo quieren ver, el que pierde, no sabe
todo lo que ha ganado.
Si el encono domina entre los compañeros de equipo, lo más
seguro es que se tropiecen con sus propias jugadas.
Al fallar un penal se cae en el abismo, sólo la madurez te
regresa a la tierra.
Si gritas y gritas durante todo el partido, el eco de tu voz
te puede traicionar y, cuando lo requieras, puede quitarte el último aliento.
Sólo hasta que se bañan de sangre las tribunas, piden que el
fútbol sea portador de paz.
Si te venden y te compran sin que opines nada, eres una
mercancía, no sólo barata, sino de mala calidad.
La chilena es la pirotecnia del fútbol.
El “sombrerito” es un agradecimiento que el jugador le hace
al balón.
El túnel es la carcajada del balón.
Resolver un partido por medio de penales es una cacería, un
asesinato con ley.
Hay muchos periodistas y comentaristas deportivos que son
peores que los hooligans. Todavía les pagan.
Perder la final es una cruda sin fiesta.
*Armando Mora H. Hipócrates sentencia
con espectacular chilena. México: Editorial Libra, 2019.
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