La escritura como borde. Tres poemas de Giacomo Leronni

                                                 

Giacomo Leronni (Gioia del Colle, 1963). Estudió la carrera de Lengua y Literatura Extranjera en la Universidad de Bari. Es profesor de francés en la escuela secundaria. Autor de los libros Polvere del bene (Mani, 2008), con el que obtuvo el Premio “Alessandro Contini Bonacossi” en 2009; Le dimore dello spirito assente (Puntoacapo, 2012); y Scrittura come ciglio (Puntoacapo, 2019).


La escritura como borde


Escribo poemas carnales 

corolas que no encuentran el cielo 

moscas encerradas en botellas

frente a la aridez.

 

Un crujido envuelto en el viento

en la cabaña de la noche.

 

En pueblos aledaños

brechas para la espera:

la quemadura

se esparce en mi corazón

como cómplice del jardín.

 

 

***


Palabras, que dispones

en una luz incauta

para tu tarea

de diligencia y error.

 

Palabras que puedes empujar

con la cabeza a la horca

de famélicos clamores.

 

Palabras vagas, cojas:

nada que pueda minar


la provisión del silencio.


***


Como si viviera

 


Estas son las páginas, su miel

 todo es tan claro, como si viviese

 el otoño   

insinúa señales en su carne

 sobre sus labios la luz silencia.

Un signo

espontáneo, astuto

que gira sobre sí mismo  

 un nicho donde

masticar el pan. Una vez

que pasa del polvo al jugo

 cuero claro

que gotea de espera.

 Estaba ahí

con las llaves en el pecho.

 Apareció en su  diminuta túnica

apenas botón

 suspendido en el cielo de la cólera

el cuerpo no distinguía más

su picadura.


Declaración de conformidad

 

Me defino con respecto al nogal

que tengo de frente: la mariposa

que atraviesa el vado sin observarlo

 

la posición absorta 

de un lechuza, conocimiento

machacado con otro conocimiento

 

todo tomado por algo

que no existe pero que presiona

y golpea fuerte

hasta que el corazón elude

los lenguajes, la sangre 

rasga la jerga

 

y desnudo, atravesado por el tiempo

paso de un umbral a otro

lo trasfiguro 

 

nada

nunca se logra, compacto

unánime

 

se detiene la oscuridad, la escritura se disloca

en el fondo agradezco

no haber entendido.


                                

De: Scrittura come ciglio (2019)


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